El “Coloso” fue obra del valenciano Asensio Julià

El Coloso no fue pintado por Francisco de Goya, sino por el valenciano Asensio Julià. Así lo han afirmado los responsables y expertos del Museo del Prado, aunque esperarán a que concluyan las investigaciones en curso para descartar “taxativamente” la autoría de esta obra, tradicionalmente atribuida al maestro aragonés. 


Ascensió Juliá nació en una familia de pescadores del Canyamelar (Valencia), en 1767. Se formó en la Academia de San Carlos de Valencia, trabajó en Madrid con el pintor valenciano Salvador Maella, por cuya mediación se puso en contacto con Francisco de Goya, de quien fue uno de sus discípulos predilectos. 


“Conocemos muy bien a Goya” pero no tenemos “prácticamente ningún conocimiento de los goyescos, coetáneos del maestro influenciados por su obra”, ha dicho José Luis Díez, jefe de conservación del Museo. 


El vicerrector de la Universitat de València y especialista en Juliá, Rafael Gil, ha augurado “más sorpresas en otras obras atribuidas a Goya”.

Asensio Julià i Alvarracín (Valencia1760 - ¿Madrid?, 1832), fue un pintor y grabador españolcuyo talento ha sido reconocido en estos últimos tiempos debido a su estrecha relación con su maestro y amigo, Francisco de Goya. Al estar en la línea de Goya, Asensio también recorre las diferentes estéticas en su obra pictórica, que dan comienzo al Romanticismo.

Nacido en el valenciano barrio marinero del Cañamelar en 1760. Al parecer era hijo de pescadores de ahí que se diera a conocer por el sobrenombre de "El Pescadoret", aunque, según opina Rafael Gil Salinas, vicerrector de Cultura de la Universidad de Valencia, hay dudas sobre la certeza de este dato. Fue bautizado en la entonces ermita de Nuestra Señora del Rosario.

Estudió en la Real Academia de San Carlos de Valencia, donde está documentado en 1771, con once años, y donde continuó hasta 1775. A los 19 años, antes de consagrar su vida a la pintura, se embarcó durante un año y medio en la lucha contra los piratas berberiscos en las costas del norte de África, pero retornó a causa de la sordera que padecía. Era el primer paralelismo que unió su biografía a la de Goya, aislado del mundo por la misma enfermedad.

Más tarde se trasladó a Madrid donde trabajó con el pintor valenciano Mariano Salvador Maella, por cuya mediación se pondría en contacto con Francisco de Goya, de quien fue uno de sus discípulos predilectos. Su primera actividad conocida fue la de profesor en el estudio de la Merced, establecimiento dependiente de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en 1783, fecha registrada en el documento donde aparece como aspirante para continuar sus estudios en la institución madrileña.

En esta Academia ocupó, más tarde, el cargo de director adjunto de la Escuela Real de la Merced de Madrid, ocupando la dirección de una de las secciones llamada de "ornamentos".
Poco más se sabe de su vida personal, salvo que hacia 1790 vivía en una barraca en la playa delCabañal a quinientos metros de la casa del marqués de La Romana -al que prestaba sus servicios- donde vino a instalarse Goya una temporada para reposar con su esposa, convaleciente por motivos de salud. Según Gil Salinas, el primer contacto entre los dos pintores tuvo lugar de tal manera, pues en la correspondencia entre Goya y su amigo Martín Zapater, se ha subrayado un fragmento de una carta del primero, fechada el 5 de agosto de 1789, en la que comenta:
Aquí se me ha presentado hoy Asensio, que pretende aprobarse por esta Academia de Ma(es)tro de Obras, el que me ha traído su carta de recomendación.

Se ha subrayado en alguna ocasión que la referencia a Asensio Julià hay que interpretarla como pintor y profesor de ornamentos y no como maestro de obras.
En 1798 Goya había recibido uno de los encargos más importantes de su carrera: la decoración al fresco de la ermita de San Antonio de la Florida en Madrid. La sordera del pintor cada día es mayor y su salud es muy inestable, cansándose con frecuencia. Estas serían las razones por las que emplearía a su alumno más aventajado para este trabajo: Asensio Julià.

De este momento es el retrato que Goya le pintó (Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid), en el cual se puede apreciar la dedicatoria en el ángulo inferior izquierdo del lienzo: «Goya a su amigo Asensi» [sic]. Esta inscripción indica el grado de amistad que Goya debió tener con su ayudante, al cual retrató en al menos tres ocasiones, algo muy excepcional. En el retrato le vemos con una elegante bata en un taller pictórico, rodeado de andamiajes - posiblemente los empleados en San Antonio - y pinceles a sus pies. La fuerte luz que penetra en la estancia por la derecha ilumina la pequeña figura, destacando especialmente el altivo rostro. La pincelada empleada es muy suelta, a base de rápidos toques de color que parecer anticipar el Impresionismo. Se conoce además otro retrato muy posterior de Julià, atribuido a Goya en el Instituto de Arte Clark de Williamstown (Massachusetts), que lleva la firma: «Pr. Fr. Goya 1814». Fecha que parece indicar que estuvieron en contacto hasta por lo menos esa fecha.

No se le conoce mujer ni hijos; ni siquiera está documentado que muriera en Madrid, donde desarrolló gran parte de su trayectoria profesional. Fue, lo mismo que Agustín Esteve, un artista con talento a la sombra de un genio. Se intuye que era un hombre de escasa ambición, conformado con los encargos que recibía de la burguesía de la época. La volubilidad de su firma -que se presentaba como «A.Juliá», «Asensi Julià», «Asensi Chuliá» o sin rúbrica alguna- podría interpretarse como prueba de esta modestia.

La obra pictórica conocida de Asensio Julià es de pequeño tamaño, con temas militares y alegóricos. Además se le conocen figuras dramáticas como El ajusticiado, atribuida a principios del siglo XX a Goya y El náufrago, también llamado El contrabandista, donado por su autor a la Academia de San Carlos de Valencia en 1816. Estas temáticas están muy relacionadas con argumentos semejantes que Goya utilizó en algunas de sus pinturas.

Asimismo se le ha atribuido varios retratos de militares extranjeros en la Guerra de la Independencia. Igualmente son conocidos el "Retrato de José Camarón y Meliá" (en subasta por la Casa Christie´s) y"Martincho desde la mesa" (propiedad de un coleccionista particular de Barcelona). También se le conocen dibujos que fueron pasados al grabado por Rafael Esteve, otro valenciano retratado por Goya con quien ya había trabajado en algunas ocasiones. Por último, se conoce otra faceta de su personalidad como copista de Goya, atribuyéndosele dos copias del Autorretrato con el médico Arrieta.


El coloso es uno los cuadros emblemáticos de la Guerra de la Independencia y una de las obras clave en la producción de Francisco de Goya. El 24 de junio de 2008, el diario ABC publicaba que dos de los jefes de la sección de Conservación del Museo del Prado habían planteado sus dudas sobre la autoría de este lienzo y apuntaban a que podría haber sido pintado por Asensio Julià. Posteriormente, ya el 26 del mismo mes, el Museo del Prado explicaba pormenorizadamente la teoría, postulada por Manuela Mena.
Miguel Zugaza, director de la pinacoteca, afirmó que los resultados de las investigaciones técnicas en torno a esta obra «cierran el capítulo sobre las evidencias de que esta pintura no es de Goya» y abren ahora un nuevo periodo en el que habrá que «reconstruir la personalidad de Asensio Juliá» del que se sabe muy poco.


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