De Tinença de Benifassà a la Pobla de Benifassà

Si en la provincia de Castellón hay una comarca que
conserva la belleza del mejor entorno natural, ésta es
la Tinença de Benifassà, que milagrosamente ha
sabido preservar todo su patrimonio
medioambiental; no en vano alberga uno de los
parques naturales de la Comunitat Valenciana, así
como unos municipios que, poco a poco, se
recuperan del lento pero inexorable éxodo rural de
los años del desarrollo.

El puerto de Torre Miró, a 1.259 metros de altitud, es la
máxima cota de la ruta y puerta de entrada por
poniente a la Tinença de Benifassà.

Los agrestes paisajes de la Tinença son una de las
sorpresas más reconfortantes del territorio. Sus
peculiares características geomorfológicas hacen a su
acceso, aún hoy, extremadamente difícil.

La Tinença de Benifassà alberga algunos de los más
majestuosos paisajes de la Comunitat Valenciana y
una importante biodiversidad, resultado del proceso
evolutivo de millones de años, parajes naturales de
indescriptible belleza, con una variada fauna y gran
riqueza botánica. Riscos y precipicios, muelas,
barrancos, grutas, cuevas y un sinfín de formaciones
serranas que alcanzan altitudes superiores a los 1.300
metros, como el Tossal d´en Cervera y el Negret.

La historia de la Tinença está estrechamente vinculada
al Real Monasterio de Santa María de Benifassà. Desde
el año 1967 la Cartuja de Santa María de Benifassà es
la única de España que alberga a monjas, que siguen
rigurosas normas de clausura. Del gran recinto
amurallado de esta cartuja femenina tan sólo puede
visitarse su iglesia, con posibilidad de entrar al claustro
y a la iglesia sólo los jueves al mediodía.


La presencia del monasterio de Santa María es de vital
importancia para la zona, ya que sin él no hubieran
existido las aldeas habitadas en la Tinença a partir del
siglo XIII. Los habitantes de la zona estuvieron ligados
estrechamente al monasterio, ya que muchos
sobrevivieron gracias a la protección brindada y las
limosnas que daba el monasterio a los lugareños. En
el término de la Tinença viven en libertad jabalíes,
garduñas y tejones, y podemos ver cabras hispánicas
y muflones.

Abandonamos la Tinença por el puerto de Torremiró,
por el embalse de Ulldecona y la Sénia, tomando la
CV-105, disfrutando de unos paisajes privilegiados y
espectaculares, con cotas que superan continuamente
los mil metros.

Estos conjuntos montañosos, los más
magníficos de la Comunitat Valenciana, nos ofrecerán
hermosas panorámicas por nuestro camino, un
camino de “soledad” que se verá interrumpido, en
ocasiones, por algunos núcleos urbanos poco
habitados. Éste es el caso de Herbés, donde podemos
hacer una parada para conocer su iglesia del siglo XVI,
Castell de Cabres, El Boixar o Coratxà.

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