El Ponoig

Salimos de la rotonda que hay a 1,5 km. al oeste de Polop, siguiendo por la vía de servicio de dicha carretera a la izquierda la cual efectúa un giro de 90º a la derecha para continuar paralelamente al barranco de Gulapdar, llegamos a un cruce de pistas, tomamos la pista cementada de la izquierda que se interna por el valle norte del Ponoig. La pista sube en fuerte pendiente, pasamos varias revueltas y, durante este trecho, observamos a nuestra derecha alguna que otra escuela de escalada hasta llegar a un mirador situado en lo alto de un pequeño collado. 


Una vez en el mirador, que nos sirve de amplia atalaya, pues podemos observar gran parte de la Marina Baixa y el Bernia. Allí por un camino un poco en bajada nos adentramos en un valle denominado la Hoya de Caudal, por donde corre el barranco de Gulapdar. Después de observar el paisaje seguimos por la pista forestal. Pasamos por el lado de una vieja casa que dejamos a nuestra izquierda desde donde parten primero un camino a la izquierda y luego otro a la derecha de la pista principal, nosotros los desestimamos y seguimos por nuestro camino siempre ascendente. Después de unas cuantas revueltas encontraremos una amplia casa azul claro de sobria arquitectura y en buen estado de conservación, esta casa es la denominada Casa de Dios. 



Una vez en la casa de Dios, observamos una pista que sale a la izquierda protegida por una cadena. Nosotros, saltamos la cadena y seguimos por dicha pista a la izquierda, el poste señalizador indica 4,5 km a la cumbre del Ponoig, la ruta está ahora bien señalizada, después de un km comienza la senda. 


Seguimos ahora por una estrecha senda siempre paralela al barranco de Gulapdar, a poco menos de 1 kilómetro, unos paneles indicadores nos informan del desvío hacia la derecha de los PR-V-15 y 13 hacia Finestrat y el Salt, nosotros seguimos las indicaciones a la izquierda en dirección al Ponoig. Desde este punto las vistas a la cresta dels Castellets es estupenda. 
Llegamos al collado del Llamp a 920 m.s.n.m. y cabecera de barranco de Gulapdar. Allí se desvían los PR 13 y 15: este último que le da la vuelta al Sanxet y el 13 va a Finestrat, pero por la masía de Sacarets y por “Els Castellets”, esa formación que nos llama la atención desde el Ponoig o el Puig Campana. Ahora nos dirigimos al collado del Ponoig a 974 m.sn.m. en este punto confluyen los términos de Benimantell, Polop, Benidorm y Finestrat, desde aquí iniciamos a subida por el PR 16 al Ponoig por un sendero que al final es bastante empinado hasta llegar a la cumbre de (1181 m). 


Ni que decir tiene que el conjunto de la panorámica es excepcional. Se puede ver Ibiza en día despejados, al norte, de izquierda a derecha, una línea muy accidentada: la Serrella con la Mallà del Llop, la Aixortà con el Morro Blau, el Bèrnia y, al final, el Penyal de Ifac, en el mismo macizo: Puig Campana, el Sanxet y la Aitana. Bajo tenemos el mar, Benidorm y su bosque de edificios verticales. Bajamos por el mismo sendero al collado del Ponoig, seguimos nuestro camino descendiendo ahora a la izquierda en dirección al collado del Pouet. La senda de descenso discurre por una empinada ladera bordeando en un primer momento las paredes rocosas y dirigiéndose luego por una senda más cómoda directamente hasta el collado del Pouet. (Este sería el lugar ideal para comer). 

Una vez llegamos a este collado, seguiremos las indicaciones de un poste señalizador y la PR 289 tomamos el camino que se dirige al sur como si fuéramos a subir al Puig Campana, a los 200 m tomamos a la izquierda el sendero que va rodeando primero la Umbría y después el este, hasta alcanzar la base de las paredes verticales del macizo y la fuente de la “Solsida”. El paraje de la fuente está decorado con una enorme pared vertical tapizada por una enorme planta trepadora. Todo el encanto natural de la fuente va a parar a una bañera que, después, pasa por un rosario de bidones de plástico, unidos ingeniosamente en cascada. 


Seguimos por un sendero relajante con vistas al mar. Desde este punto se pude volver a ver Ibiza en días claros. Un poco más abajo, pasamos por las ruinas de la casa de Tolo la Mallora y dejamos a la derecha el refugio de piedra del Tío Fraile, llegando a los chalés de la partida del Ramal de l’Oix. Ahora por camino asfaltado, llegamos a la “Font del Molí donde reponemos fuerzas en sus fresquísimas aguas, terminando la ruta en Finestrat, habiendo completado una ruta excepcional en muchos aspectos y así lo deseamos.

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